Los personajes que tenía que buscar esta semana se hicieron populares en España por aparecer en la versión nacional de Barrio Sésamo desde el año 1.983. Espinete era un erizo rosa de metro ochenta, y Don Pimpón… nunca se supo lo que era. Algo parecido a un oso, con una extraña nariz. A veces se decía que era marino, pero siempre estaba en el barrio.
¿Cómo se pueden esconder dos seres tan llamativos y vivir sin aparecer en la prensa rosa de vez en cuando? ¿Dónde pueden estar? Comencé a investigar por mis medios habituales, pero estas preguntas, y otras parecidas, quedaron sin respuesta. Nadie parecía tener noticias suyas. ¿Nadie? Alguien debía de saber dónde estaban. A no ser… A no ser que ya no estuvieran en ningún sitio. Pero, incluso eso, alguien tendría que saberlo.
Se me ocurrió que tal vez el Monstruo de las Galletas tuviera trato con ellos. Como a él ya lo había encontrado… lo tenía fácil. Es verdad, era de la versión norteamericana del programa, pero no perdía nada por probar. Además, al estar viviendo en España, era posible que al menos algo supiera. Decidí llamar por teléfono.
— ¿Espinete y Don Pimpón?
— Sí. No me digas que no los conoces…
— Bueno, es que no salgo mucho. Pero puedo informarme. Tenemos una especie de asociación. Cuando sepa algo te llamo.
Pasaron varios días sin noticias, y empecé a pensar que no podría escribir este reportaje. Pero al final recibí su llamada. Le había costado convencerlos, y habían accedido a la entrevista a condición de que no supiera dónde se celebraba. Por supuesto, accedí. ¿Qué podía temer de Espinete?
Me recogió un coche con las lunas tintadas. El chófer me indicó que me sentara detrás. Comprobé que desde dentro no se podía ver nada. Condujo varias horas, es posible que hiciera más kilómetros de los necesarios, para despistarme. Pero al bajar del coche me esperaban, aunque no lo creáis, los protagonistas de esta semana.
Los años no pasan en vano. Don Pimpón tenía bastantes canas, y Espinete estaba más arrugado. Pero siguen siendo inconfundibles. Horchata en mano, procedimos a la entrevista.
— ¿Por qué tantas medidas de seguridad?
— Al principio no era así, y los periodistas nos agobiaban. No podíamos dar un paso sin salir en algún medio de comunicación. Llegó a ser bastante pesado, y decidimos desaparecer.
— Pero necesitaréis algún tipo de ayuda.
— El dinero no es problema. Hacemos la compra por Internet, sin que nadie nos vea. Y tenemos algunos amigos que nos ayudan cuando es necesario.
— ¿Y no es como vivir en una cárcel?
— Relativamente, porque lo hemos elegido nosotros. Lo otro era peor. A veces salimos disfrazados, y vamos donde queremos. Vacaciones, fiestas… Nos gusta la vida sencilla. Pero entendemos que algunas personas que disfrutaron con nosotros quieran saber qué hacemos. Por eso hemos accedido a la entrevista.
— Lo agradezco. Obviando vuestro paradero, que seguirá siendo oculto, y visto que el aspecto físico es el lógico para el tiempo transcurrido, me gustaría hacer dos preguntas que se han repetido hasta la saciedad por diversos medios, sin tener repuesta alguna.
— ¿Cuáles son?
— La primera es para Don Pimpón. ¿Qué eres? Algunos aventuran que alguna especie animal humanizada, y para otros eres un humano animalizado. Y esa nariz…
— En realidad soy, como todos, fruto de la evolución. Pertenezco a una especie poco común denominada por los científicos ‘homo peluchis’. Nos juntamos muchos en el barrio, hace tiempo. Pero aquello terminó. La nariz, por cierto, era postiza. Un burdo intento de disfraz.
— Entiendo. La otra pregunta es para Espinete. ¿Por qué ibas desnudo de día, pero de noche te ponías pijama? ¿No es un poco absurdo?
— Supongo que ya es momento de que se sepa. Al fin y al cabo, los que me conocen ya son adultos, y comprenderán… Yo soy muy aficionado a las camas de agua, desde… ya ni me acuerdo cuándo. Pero tenía un problema: Los pinchos de mi espalda y los colchones de agua no se llevan muy bien. Tuve que recurrir a un pijama especial que impedía que mis pinchos pincharan. Incluso así, más de una vez he tenido que salir nadando de mi dormitorio, con la eriza de turno…
— ¿Camas de agua? Nunca lo hubiera dicho. Con ese toque infantil, incluso un poco de pluma…
— Era mi forma personal de ligar. Descubrí que al sexo contrario le encantaba.
— ¡Vaya con Espinete! ¿Hay algo más que queráis que sepamos?
— Aquella etapa terminó. Conocí a una eriza encantadora hace muchos años, y somos bastante felices, con las discusiones propias de la convivencia. Don Pimpón sigue soltero, a pesar de que muchas le han tirado los tejos. Pero dice que no quiere renunciar a su libertad…
— ¿Era necesario que contaras eso?
— Si tus novias te duraran más de tres días, no lo habría dicho. Lo que necesitas es dejarte querer. Pero no, a la más mínima, sales corriendo…
— ¡Serás…!
Ahí terminó la entrevista. Me devolvieron a mi casa, y no pude saber dónde había estado. A veces me da la sensación de haberlo soñado, pero estoy seguro de que no, porque al despedirme se me ocurrió darle una palmadita en la espalda a Espinete, por machote, y ahora mi mano parece un colador. Tengo que escribir con la otra, no os digo más. ¿En qué estaría yo pensando?
A mí siempre me calleron bien los dos. Celebro que su vida ahora sea tranquila y feliz. Realmente trabajaron mucho y se merecen un buen retiro. . Chao
Ana
🙂 🙂
Saludos.
Holaaa uff que frio, bueno pues estos dos son los ídolos de mi hija espinete y don Pimpón
le diré a mi hija que ha sido de ellos
Feliz lunes osito
Cuéntaselo, seguro que se alegra. 😛
Saludos.
Ya se lo he contado y sobre todo la pequeña se ha partido el culo ajajjajajaa
Lo siento, pero yo siempre preferí a los americanos.:) Un beso.
Si te digo la verdad, yo también. Aunque me gustaban más «Los Fragel».
Saludos.
No recuerdo a don Pimpón, pero sí a Espinete y no recordaba lo del pijama. Muy bueno lo de la compra por Internet y lo del «homo peluchis».
Salían a la vez, pero han pasado muchos años. Además, seguro que eras muy joven…
Saludos peluchos.
Aun sigo haciendo de vez en cuando aquel “phsiiiii” que hacia Espinete a la vez que levantaba los hombros o algo parecido, en su momento nos costo a la pandilla (que ya no éramos tan niños para cuando se dejo de emitir) saber porque hacíamos aquel gesto y de quien era… nos reímos mucho el día que descubrimos que pertenecía a este entrañable personaje
“Tengo pinchos es la espalda pero por delante no, para que cuando te abrace, no te pinche el corazón”
Genial lo del “homo peluchis” investigare esa especie
Un saludo
No recordaba esa frase. Muy propia.
Investiga, te prometo buenos ratos.
Saludos.
El «Homo peluchis» ha sido el éxito total de esta entrevista. ; – )
Y…la cama de agua…No tiene desperdicio…
Abrazos.
Sorpresas que siempre surgen donde menos se espera… ; – )
Saludos.
Hola.
Cuanto recuerdos de Espinete y Don Pimpón!!! Y cuanto me reia con ellos. Gracias por hacer tu entrada amena y transportarnos a la niñez
Saludos y feliz semana
Intento hacerlo ameno. Lo de transportarte a la niñez… suele ser entrañable, ¿no? Me alegro de que lo pases bien. Gracias por el vídeo.
Saludos.
Ya me parecía a mi que la nariz de Don Pimpón era postiza, creo que se notaba un poco.
Lo que no me podía imaginar es que perteneciera a la especie «Homo Peluchis».
Y ahora te hago yo una pregunta: ¿Qué fue de… Alan Rulf?
Alan Rulf está reorganizando su vida, en varios aspectos fundamentales, y ocupa el poco tiempo de que dispone de la manera que le parece más productiva, a pesar de lamentar no poder visitaros sistemáticamente. También hace tiempo que, por ejemplo, ni lee ni ve películas ni series.
Espero que sea temporal, porque me gustaba todo eso.
Espero y deseo que el reorganizar tu vida sea para bien y que represente para ti más tranquilidad y bienestar.
Respecto a los blogs, no te preocupes, eso puede esperar, pero la verdad es que te echamos de menos.
Un fuerte abrazo,
Vendrán tiempos mejores después de tu reorganización.
Jajajjajjaj que tal tu mano osi?? eres la monda y los personajes de esta semana me encantan…me quedaba boba mirando la tele…siiiiiiiiiiiiiiiiiiii esta vez me ha gustado muuuuuuuuuuuuchooooooooooooooooooooooooooooooo..muakkkkkkkkkkkk
Aún tengo la mano vendada… 😦 🙄 Me alegro de que esta semana hayan tocado dos «de los tuyos». 😆
Saludos con alas.
eso digo yo, que fue de espinete??? decepción absoluta cuando descubrí que eran muñecos!!! trauma infantil que fue dificil superar… no obstante barrio sésamo en sí estaba lleno de aprendizajes sencillos que me temo que mucha gente perdieron capítulos muuuu interesantes…
un beso alan, tiempo que no te veo!!!!
¿Muñecos? Serían copias de los originales… Estos no tenían nada de muñecos. 😆
He leído algunos de tus últimos rebotes y reflexiones varias, pero sin dejar huellas. 😦
Saludos.
Feliz día de los enamorados osito escueto

Muchas gracias, lo fue. 🙂
Pues me alegro el mio fue muy normalito un saco de pipas y ver la tele ajajajaja para mearse ajaja
jejeje, asi q cama de agua? vaya vaya…….
yo tuve un oso peluchi tamaño llavero pa mi solita jajaj
gracias por el esfuerzo y cuidate esa mano
Pues sí, de agua. Nunca he visto ninguna, pero creo que me marearía… 🙄
Saludos, voy a cuidarme.
Ay, Espinete y Don Pinpon!! Que recuerdos!!!
Si es que… que dura es la fama, los pobres, medio encarcelados para no ser acosados!
Mira, me alegro por Espinete y que se haya estabilizado!
Un besin
¡Ya ves! A veces hacemos cosas que luego nos afectan toda la vida…
Un saludín. 🙂
Jajajjaajj, me parto con lo último…si es que te dejaste llevar por la emoción osit! y claro, qué menos que darle una palmadita en la espalda puntiaguda, y toma! la mano llena de agujeritos jaja!… Qué tiempos aquellos. Aquello sí que era ensusiasmo, llegar a casa del cole a las 5, hacer los deberes, y sentarte en el sofá con tu bocata de nocilla para no perderte Barrio Sésamo… Y Ana? qué pasaría con ella? y Rut? Bueno…Chema el panadero, tengo entendido que murió…
Jo, menos mal que para pasar desapercibidos….tuvieron la brillante idea de disfrazarse!…vamos, que seguritoooo que no abultaban por donde iban 🙄 jajajajaj!
¿Sabes? me encantaría que volvieran a retransmitirlos 😀
****
No sé si lo sabrás…pero………se te echa de menos…asoma el morrete ya anda 😉
Besit osit para tí!
Ya he contestado por ahí que, de momento, saco el tiempo justo para esto. Recibo vuestras entradas por correo electrónico, y las veo de forma rápida, pero… por ahora no puedo más. Pero es por una buena causa. 😉
¡Salud dorad para ti!
Me ha encantado saber de ellos, siempre los veía de niña, me pasa que ha veces leyendo tus historias me meto tanto en la entrevista que por un espacio de tiempo estoy siguiéndola creyendo a ciencia cierta que es verdad, :)) vaya siempre queda algo de infantil en nosotros, un abrazo de oso
Espero que siempre quede algo de infantil. La capacidad de disfrute tiene mucho que ver con eso. Me alegro de que lo vivas como real. 🙂
Saludos.
Con el video que puso Aslaram me he enterado de quienes eran.. no me gustó nunca Plaza Sésamo, y supongo que la versión que ponían en Venezuela era la gringa
Pero como siempre, tus entrevista son lo máximo, lo del homo peluchis me mató!
Estos personajes sólo salieron en España, pero tuvieron mucha aceptación, aunque, personalmente, Espinete me parecía demasiado simplón, demasiado infantilón. Tal vez me pilló un pelín mayor. 😛
Saludos.
Muy bueno,jeje! Saludos.
¡Gracias! 🙂