Camino del hotel, en taxi, me vino a la mente una palabra, «Ulises». Ignoro el motivo, acaso la leí de manera inconsciente, o se me ocurrió por asociación de ideas. El proceso de producción de ideas es un misterio para mí. Pero Ulises no me es del todo desconocido.
El Ulises clásico, protagonista de la Ilíada y la Odisea, ha hecho correr ríos de tinta desde que las escribió Homero hace muchos siglos (y sobre eso también se ha hablado mucho). Sus aventuras son por todos conocidas. Tras luchar en la guerra de Troya, cuyo final se narra en la Ilíada, vuelve a su hogar. Pero ese retorno se complica, llegando a prolongarse diez años durante los cuales vive numerosas aventuras en las que está a punto de sucumbir, junto a su tripulación.
Hay episodios muy conocidos, como el del cíclope Polifemo, de donde consiguió escapar tras volverlo ciego y esconder a sus hombres sujetos en la parte baja de las ovejas gigantes cuando salían a pastar, o el de la hechicera Circe, quien, enamorada del héroe, convirtió a sus guerreros en cerdos para retenerlo con ella. La escena de las sirenas, con Ulises atado al mástil para poder oír su famoso canto sin riesgo de males mayores (pues la tripulación tenía tapados los oídos y habían recibido órdenes de no obedecerlo durante el episodio), es conocida por todos.
Y el final, cuando por fin vuelve a casa y encuentra a su mujer, Penélope (arquetipo de la que espera) y a su hijo Telémaco, tratando de lidiar con los pretendientes que, seguros de la muerte de Ulises (porque llevaba fuera 20 años), trataban de casarse con la supuesta viuda.
En la literatura ha tenido mucha influencia directa e indirecta. Es inevitable nombrar la obra de James Joyce, «Ulises», que levanta pasiones a favor y en contra. Su argumento es intencionadamente sin trascendencia, un día (16 de junio de 1904) en la vida del protagonista, Leopold Bloom. Las aventuras (por llamarlo de alguna forma) que sufre en la ciudad de Dublín siguen el modelo abstracto de la Odisea. Pero se trata de un texto muy largo y con un interés argumental bastante relativo, por lo que para muchos, la odisea consiste en leerlo.
No sé por qué me acordé de Ulises, pero sí sé dónde terminaron mis pensamientos: En mi particular Odisea, la analogía con mi retrasada vuelta a casa, cuando, tras un incidente cotidiano, he vagado entre docenas de personajes de todo tipo, míticos o de la tradición popular, de todos los tiempos, que me han ido impidiendo volver, y esta inevitable analogía, que no fue intencionada, se me antoja ahora interesante y curiosa, o al menos anecdótica, y no podía dejar de señalarla, y convertirla, a su vez, en protagonista de uno de los mitos revisados.
HoLA OSITO, ha sido bonito recorda a Ulises atado al mástil para poder oír el famoso canto de sirenas, sin riesgo de males mayores, para la tripulación que tenía tapados los oídos y habían recibido órdenes de no obedecerlo, me encanta gracias hoy tu post, me llevó años atrás, me encantó y sabes lo tuyo fue una odisea si lo fue hay que reconocerlo, pero ha valido la pena porque te ha llevado a escribir algo tan bello como lo de hoy
Feliz lunes corazón de melón
Al menos la mía ha sido una odisea ficticia. Supongo que todos vivimos alguna odisea real, de mayor o menor importancia. La fe en uno mismo, la constancia y la esperanza son algunas de las claves para «sobrevivir», aunque hay otras.
Gracias por tus palabras, y feliz lunes. 🙂
A veces la vida se transforma en una pequeña odisea. Un beso.
Casi siempre, pero me pregunto si se transforma o la transformamos.
Saludos.
Creo que estás más literato que nunca, jajaja!!! No puedo creer que estemos tan conectados que hasta el título…. jajaja!!! Mira que hay kilometros de por medio!! Comparto la opinión de Susana, la vida es una odisea y todos tenemos la nuestra, como el querido Ulises 😉
Para que luego digan que las casualidades no existen…
Saludos.
Hola. La vida esta llena de pequeñas y grandes Odiseas; en el que abundan las aventuras adversas y favorables al viajero.
Feliz semana
Saludos
Mientras se vivan como aventuras, vamos bien. Lo malo es cuando te la juegas…
Saludos.
Alaaaaannnnnn, bueno, antes, buenas tardes.
Que me he encontrado mis Imagenes y todo lo que tenia en el lateral derecho,
me lo acabo de encontrar todo hacia abajoooo!! No he tocado nada.Si tienes alguna idea de como ponerlo todo como estaba, dime lo que sea., por fi.
Hasta luego y feliz tarde
Saludos
Buenas tardes. Te he contestado en tu blog.
Ya te lei. Gracias. Esperare unos dias, a ver. Cuando tu me has comentado, me di cuenta que estaba mi blog del reves, ufffff. Para colmo, desde hace 2000.0000 Dinastias, no me llegaban las entradas tuyas y ni de l@s demas amig@s en el correo, y desde ayer, me llegan todas, pero, …las antiguas. Por ejemplo; esta entrada tuya me ha llegado dos veces, entre ayer y hoy. [New comment] Un simple cambio de pareja.
Al menos, puedo ver vuetras entradas en el correo.
Hasta luego
Creo que todos vivimos una, o varias odiseas a lo largo de nuestras prisas, a veces, enredados en las prisas, en el éxito a toda costa, en todo lo superfluo que nos aspira, no nos damos ni cuenta. Es saludable parar y pensar el porque y el como. Me estoy poniendo pedante, perdón! En cuanto al Ulises de Joyce, tengo que reconocer que me puede!
Un abrazo,
Creo que con las prisas, la primera de tus prisas eran en realidad vidas.
Leer el Ulises de Joyce sin una guía es casi imposible. Leerlo con una guía es cuestionable. Y, sin embargo, ahí está…
Saludos.
Increíble, mágico, fantástico y muy real también, como lo es la vida. Ta y como bien dice Susana, la vida puede ser una odisea….
Saludos,
Las dificultades nos hacen más fuertes, si no acaban con nosotros. Pero en gran parte depende de nosotros…
Saludos.
Todos vivimos nuestra particular odisea, pero la de Leopold Bloom me interesa poco, la verdad. Uno de tus mejores posts, Alan.
Siempre que escribo algo que creo que no va a gustar, alguien me dice que es una de mis mejores entradas. Está claro que para gustos están los colores…
Cuando leí el Ulises de Joyce me pareció una interesante recopilación de recursos literarios modernos. Entiendo que hay que leerlo con una guía, con esa intención, y convenientemente preparado para lo que se va a leer. Ahora es probable que no lo aguantara.
Saludos.
Una entrada muy instructiva. Diferente.
Los Mitos Revisados son, en sí mismos, una Odisea pero al estilo Rulfiano. Curioso ejercicio casi de metaliteratura que sirve para continuar esta particular Odisea , incluso , cuando ya tengas el coche y vuelvas a casa.¿Qué te esperará allí?.
Saludos.
La metaliteratura nos va a acompañar durante varias semanas, si todo sigue como está previsto. Espero que tras la noche pueda recoger el coche y volver a casa. ¿Cómo continuará esto? 🙄 En estilo Rulfiano, eso seguro. 😆
Saludos.
Es cierto la entrada de hoy fue diferente, enriquecedora, ilustrativa, persuasiva, categórica, demostrativa, aclarativa, explicativa y evidente 😉
Tienes razón leer a James Joyce, en cierto modo es una odisea.
¿Volver a casa pronto? Será interesante ver que sigue, y si los peculiares personajes le siguen saliendo al paso.
Saludito amistOso 🙂
Sí, fue diferente. Vienen tiempos de cambios.
Saludos.
No quisiera ver convertido al personaje en Ulises, y que tardara en llegar, veinte años, a su destino, pero si las cosas han de pasar, será inevitable.
El Ulises de Joyce es para tomarlo con calma, poco a poco, a pequeños sorbos, para poder soportarlo.
Un abrazo
No, su destino será distinto. O puede que no tanto.
Saludos.
Hay que ver, lo que dá desí la mente a lo largo de un trayecto en coche (en este caso taxi) y después de un día complicado y lleno de anécdotas no muy favorables:) Cuando la mente está relajada, es cuando empiezas a darle vueltas al día entero y vas relacionando los sucesos con historias que te vienen de golpe a la cabeza, y te preguntas los «por qués» y los «ahora entiendo» incluso te da tiempo a sacar conclusiones. Y cuando reaccionas, ya llegaste a tu destino …deseando llegar a casa (en este caso hotel 🙂 ) darte una buena ducha, planchar la oreja y dormir de un tirón hasta el día siguiente….ese «mañana será otro día» ….Y te levantas y lo primero que piensas es «bueno…a ver qué me pasa hoy» jajaja. ….positividad ante todo 🙂

De Ulises…mmm…no te comento nada osito, porque lo que yo recuerdo es cuando televisaron los capítulos de dibujos animados, (y ya ha llovido desde entonces) y sólo me sé la canción. No me gustaban nadaaa! ¿Te la canto?
♪♫Ulises, U-Ulises…va volando por las galaxias…más veloz ..que una estrella fugazzzzzzzzz!!!!♪♫
Jajaja!
Ahhhh! y también me acuerdo de Nonot ¿era? el pequeño robot..su amigo fiel…jjjjjjj
Jo, pero por qué te tapas los ojitos? en todo caso serían las orejitas…¿tan mal canto? jijijiji…
Muakkkk!
Encontré en Internet que «Ulises 31» se ha convertido en una serie de culto, y hay alguna página web dedicada a ella, con resúmenes de todos los capítulos, descripción de los personajes, y cosas así.
Yo sí la veía. 🙄
Saludos.
Un abrazo Alan, ando de pasadita.
Abrazado, pues.
Cuantas odiseas habremos vivido y a veces sin salir de nuestro barrio. La vida moderna es en sí una odisea, en vez de brujas y sirenas tenemos a politicos y obreros negados. Casualmente estoy cambiando un calentador en casa y me lo han enviado dos veces estropeado. menuda odisea estar sin agua caliente. Un saludo
«Odiseas cotidianas», buen título para algo…
Saludos (y suerte con el calentador).
¿No te ha pasado alguna vez que te has sentido como un Ulises por lo que es tu Odisea de vivir la vida? Seguro que sí. Un abrazo para ti oso (de cualquier manera debo leer la obra que no lo he hecho) Un beso
Pues sí, ahora mismo me siento así. Mi vida ahora mismo es una odisea, y no me refiero al ‘blog’. Pero no me queda más remedio que seguir adelante.
Saludos.
Antes de comentar tu entrada, voy a dejar constancia de un hecho paranormal que me está ocurriendo en tu blog…
No solamente no me ha llegado el aviso de tu post a mi correo, sino que sigo viendo las dos casillitas en blanco.
Sí, las dos: la de “recibir nuevas entradas por email” también… Ahora viene lo paranormal, ¡me sigo viendo suscrita, que no proscrita, en la pestaña gris de arriba!!
Me llegó un mensaje de que te habías vuelto a suscribir. 😛
Misterios misteriOSOs.
El cerebro, ¡gran enigma!, has tocado un tema que me apasiona 😛 Leerte también, sino no sé que demonios estoy haciendo enfurruñándome porque el sistema no funciona adecuadamente…
Eso digo yo… 😉
Yo de Ulises, pues como Doradita, jejeje, la serie de dibus y punto!! Acabas de disuadirme de leer la obra, por buena que sea, si necesito una guía para conseguirlo, mejor paso. La lectura debe ante todo proporcionarme momentos agradables y no convertirse en una tarea, ya dejé los estudios y la imposición de lecturas.
Con el resumen que nos has hecho me doy por satisfecha
Alan, a mí lo que les sucede a Ulises y a tu protagonista, más que una odisea, me parece una pesadilla de las que uno se despierta sudado 😆
¡Feliz semana! 😀
La guía sólo la recomiendo para el Ulises de Joyce. Para el de Homero no hace falta. Pero lee lo que te apetezca.
Sí es un poco pesadilla, sí.
Saludos.
¡¡Que se dice bien 20 años para volver a casa eh??!! jejjej…claro que en aquellas epócas sin móviles ni coches ni tele ni inteneles ni nada ni nada tenía que ser de largos!! buffffff…odiseas cotidianas muchas, si…y si tú pensaste en ella al volver a casa es que tenías unas enormes ganas de llegar….a que si??

Toma para cuando llegues te las pones corriendito y no te tropieces con nada jejejje…muakkkk
Lo cierto es que sí tengo ganas de descansar un poco. 🙄
Me las pondré cuando llegue, gracias… 😆
Saludos.
A veces yo me encuentro sorprendida de como somos capaces de enlazar nuestros pensamientos, de como algo puede hacernos ir hacia otro algo.. Tu odisea seguro que es interesante y mágica. Besotes
Ana
Lo vais viendo lunes tras lunes.
Saludos.
Excelente Alan, todo un capitulo de literatura, y como me encanta la misma, te doy muchas gracias… 😉
Un saludo y un abrazo.
Por cierto hay Odiseas que llegan a gustar aunque no lo creas, en este caso sería tu relato, por lo demás cada uno puede o no crearse la suya particular.
Otro abrazo.