El teléfono de Francisco comenzó a sonar con un soniquete inconfundible: «La Campanera». Desde que puso esa copla para distinguir las llamadas de su ex-mujer, la había cogido manía.
Hacía dos años y medio que se habían divorciado, y aunque se llevaban relativamente bien, ambos preferían tener el menor trato posible. La mayoría de las veces sólo hablaban de asuntos relacionados con Pablo, su hijo. Con catorce años estaba en una edad difícil. Aunque, ¿qué edad era fácil? La crisis del año, la de los dos años, la de los tres, y así sucesivamente.
Francisco estaba ahora con la crisis de los cuarenta. En realidad acababa de cumplir cuarenta y dos años, pero aún le duraba la de los cuarenta. Le imponía pensar que en pocos meses estaría más cerca de los cuarenta y cinco que de los cuarenta, y a partir de ahí empezaría a acercarse peligrosamente a los cincuenta. Y eso eran palabras mayores. Cuando él tenía veinte o treinta años, los de cuarenta eran mucho mayores de lo que él era en ese momento. Pero los números son crueles. Te puedes sentir muy a gusto contigo mismo, y no aparentar en absoluto tu realidad, pero siempre están ahí las cifras para hacerte sufrir: «Cuarenta años», «noventa kilos», «veinte centímetros»…
Esperó a terminar de cruzar la calle antes de descolgar, deseando que María estuviera de buenas. Unas veces se gana, y otras se pierde. Con María casi siempre se pierde. Estaba de malas.
— ¿Qué estás haciendo ahí?
— ¿Dónde?
— Pues ahí. ¿Es que no sabes dónde estás?
— María, sé perfectamente dónde estoy. Lo que ignoraba es que lo supieras tú…
— Sé muchas más cosas de las que te imaginas. ¿No me estarás espiando?
— ¿Qué? ¿Por qué supones…?
Francisco echó rápidas miradas en todas direcciones, pero no pudo encontrarla. Sin embargo, estaba seguro de que María sí lo estaba viendo a él, y su pregunta respecto al espionaje sólo podía significar una cosa: Algún amigo de su ex vivía muy cerca de allí, y ella estaba con él, o acababa de estarlo, o lo estaría muy pronto. Sea como fuere, lo había visto, y había sacado una de sus absurdas conclusiones.
— María, tu vida privada no me importa en absoluto. Y espero que opines lo mismo de la mía.
— ¿De la tuya? ¡Pero si tienes menos vida privada que un mejillón…!
Francisco no entendió el símil; fue incapaz de imaginar que un mejillón tuviera vida pública, de donde se deducía que toda la vida del mejillón era privada. Pero había aprendido a no hacer mucho caso a las ironías de su ex. Especialmente cuando estaba de malas.
De acuerdo, no eran grandes ironías, ni muy acertadas, pero a ella le hacían gracia. Además, más allá de la definición de «ironía», está su espíritu, la intención con la que se dice. Francisco trató de averiguar si aquello tenía algún sentido.
— ¿Y llamabas sólo para decirme eso?
— ¡Pues sí! ¡Deja de espiarme!
La brusca interrupción de la llamada sumó un par de puntos en la cuenta de Francisco de «Razones para alegrarme de haberme divorciado». Tampoco hacía mucha falta: Ojalá su cuenta corriente tuviera tantos euros como puntos tenía dicha cuenta.
Aún pensaba en todo eso mientras miraba sus entradas en el espejo del ascensor, subiendo a su oficina. La luz cenital no perdonaba. Era incluso más cruel que los números. Cuarenta y dos.
Cuarenta y dos.
A ese paso, pronto no tendría ningún pelo de tonto. Ni de listo tampoco.
Cuarenta y dos.
Encendió su ordenador pensando en ese número, y leyó mecánicamente el correo. Algunos mensajes rutinarios; otros de amigos, que incluían interminables presentaciones que rara vez le gustaban; publicidad…
Hubo uno que atrajo su atención. Un mensaje de una tal Carolina. Francisco no conocía a ninguna Carolina. Lo abrió, y vio que era muy breve.
«Me pareces interesante, o al menos tus comentarios son curiosos…»
Lo leyó varias veces, sopesando qué hacer. Localizó la dirección IP en los detalles del mensaje, y buscó su procedencia. Al parecer, Carolina había mandado ese mensaje desde su misma ciudad. Dirigió el cursor hacia el botón que indicaba «Responder», y lo pulsó.
Según los resultados de la encuesta, después del «Diario de mis miedos» habéis querido que escriba algo de amor y de humor, ya que dije que las dos más votadas serían las elegidas.
No me parecen dos temas fáciles de combinar, pero eso me pasa por pedir opiniones. 😛
Hablando en serio, espero que os riáis. Con todos vosotros, «Lo que queda al despertar».
Bravo, maestro.
Jueves de amor y humor , Un reto. Sí, señor!.
Empezamos bien…
Preguntas : ¿Y cómo es él? ¿Es guapo ; – ) ?
Un abrazo.
Ya iremos viendo cómo sale. Desde luego, es todo un reto. Yo le veo humor a todo; lo difícil es dosificarlo… : – D
¿Que cómo es? Yo creo que es… interesante. Pero de hombres no entiendo mucho. (Lo mío son las osas : – ) )
Saludos.
Pero esto continuará ¿no? Este «alegre» divorciado se va a enterar de lo que es cumplir años con una exmujer que te hace la vida imposible! pobriño…y de pronto…entra en su vida alguien llamada Carolina que le «piropea» a su manera….. Amor…humor…..perfecta combinación. ¡Quiero más!!!! bss
Te contesto a todo que sí, pero no te acostumbres… 😛
Sigue los jueves…
Slds
Se me olvidaba : ¿42?
Eso no es nada..¡Quien los pillara!. ; – )
Women’s age answer
Bueno, yo los llevo divinamente, pero parece que a Francisco le imponen respeto… Puede que sea por exigencias del guión, no lo sé. Es otro nivel. ; – )
-A ver si la tal Carolina es su ex-mujer…. Ya veremos
Besos azules
Ana
Eso podría ser en un relato breve, aunque está bastante visto, pero no sería fácil estirarlo mucho. No lo veremos.
Saludos.
A propósito yo ya tengo 46 y este año me han venido todas las moelstias de golpe. Mareos, presbicia, tensión alta, dolores varios… etc etc
Chao
Ana
¿46? Se lo diré a Francisco. Seguro que se pone a hacer cuentas…
¡Menudo mejillón estás hecho! Un consejo: aléjate de los espejos de los ascensores; son letales.
😀
Se lo diré a Francisco. A mí no me afectan. Creo que me vacunaron de pequeño…
Saludos.
¡Ja,ja,ja!
¡¡Mejor todavía: HUMOR y AMOR entremezclados!!
Disculpa este breve momento de exaltación… vuelvo a leer, que me he perdido…
Pues nada, ¡felicidades!, ¡fiesta!

Luego sigo. 🙄
¿Puedo dirigirme directamente a Francisco?
Mira Paco, ¡tienes una suerte increíble por ser hombre! No envejecéis como nosotras… ¡os convertís en “maduritos interesantes”!, y a ti, para llegar a ese estado, aun te falta una década.
¿Qué te vas quedando calvo?, no problem dear man, ¡os rapáis la cabeza entera y os da un aire de futbolista o mejor aun, de machote a lo Bruce Willis!!
Dice Francisco que los problemas de los demás siempre parecen menos importantes que los propios, que maduritos interesantes serán George Clooney y cuatro más, y que la cabeza rapada no le queda bien a todo el mundo, ni mucho menos… 😛
Es que Francisco es así, mira que se lo tengo dicho…
Mmmmmmm, ¡Carolina no se ha fijado en ti por tu aspecto físico, sino por tu intelecto!
Estoy deseando ver lo que le contestas, así que ya sabes que me tendrás aquí el jueves que viene, ¡es una promesa! 😉
Desde el más respetuoso de los cariños, ¡¡por supuesto!!
Creo que va a estar una semana pensando qué le responde… 😛
Ahora que lo pienso, puede que en esta historia también salgan fantasmas, aunque sean de otro tipo… 😛 Creo que ya sé quiénes van a ser… 😀
Si, el recibir un mensaje misterioso, abre una puerta a una hermosa historia.
Besos. 🙂
De alguna manera hay que empezar, y hoy día eso es muy común…
No voy a empezar en una discoteca, ¿no?
Saludos. 🙂
No hay estandares de donde encontrar a tu medio limón: puede ser por internet, en el mercadona, en el bus, en el gimnasio, en la cafeteria, en el trabajo… creo que hay miles de historias de amores curiosas. Estoy deseando ver como ese tal Francisco, se ilusiona con ese mail misterioso.
Men´s age.. me imagino que haces referencia a hombre de edad. Creo que los números, números son. El amor, cuando te llega, te llega, dá igual la edad que tengas.
Saludos.
«Men’s age» significa, literalmente, «la edad de los hombres» (en inglés, claro 😛 ). Pero el juego de palabras bilingüe con «mensaje» es evidente, y dado que ambas cosas son importantes en el capítulo, me pareció el título adecuado.
Eso sí, no me preguntes cómo se me ocurrió el juego de palabras. No tengo ni idea. Surgió, sin más.
Por supuesto, el amor es posible a cualquier edad. Aquí sólo hace referencia a las comeduras de coco del protagonista.
Saludos.
Amor, humor, una nueva aventura, para los jueves con un principio muy prometedor. Ya empieza a intrigarnos…
Un abrazo
Me alegro. Espero que se me ocurra la continuación adecuada… Esto de las fechas fijas y el poco tiempo es… digamos que emocionante.
Saludos.
Estupendo, muy bien has empezado un nuevo reto con el pie derecho y vaya reto, tienes razón ¿Quien te manda a preguntar? T
Todavía no me la creo, una historia de amor con humor escrita nada más y nada menos que por Alan Rulf sí aquel que se enroncho cuando escribió «Sirenas» de los mitos revisados.
Y de la tal Carolina también sospecho que debe ser artimaña de la ex jejeje ¿ó no?
Felicidades.
Es verdad, ya no me acordaba de lo de «Sirenas». 😀
¿Que no te lo crees? Ya somos dos… 🙄
Por el bien de Francisco, espero que Carolina no tenga nada que ver con la ex…
Gracias, y saludos 😛
Hola. Buena historia con una pizca de humor, todo entremezclado. Ya vere a Carolina en el proximo capitulo…jejeje, menuda intriga, amigo
Feliz fin de semana
Saludos
Pues sí, supongo que el próximo capítulo será de Carolina… 8)
Feliz finde para ti también. 😀
Hola Alan, «Amor y Humor» no me va mucho ¿A que sabias que lo diria? pues si quizás los que hayamos pasado por este trauma que supone un civorcio, no nos queda un gran sentido del humor, prefiero no mezclar pero claro es mi opinión y punto.
En cuanto a post que decirte que es muy bueno y que escribes muy bien, pero hay cosas en el que resultan algo tristes a pesar del humor, es digamos como el sindrome del payaso, riendo por fuera y llorando por dentro…seguiré tu histora con igual interés que siempre, tranquilo y ya veremos que hace Francisco, con Carolina.
Un beso
Te dije una vez que los humoristas tenían que saber reírse de ellos mismos. Ahora me toca a mí. 🙂
De todas formas, yo no he elegido los temas. 🙄
Es muy difícil hacer humor que no sea algo triste. Es muy difícil hacer algo que no sea algo triste. En especial cuando el que lo lee tiene algo de tristeza dentro. Pero también es muy difícil hacer algo que no tenga algo de alegre, que me da que aunque Carmentriste esté de vacaciones, se lo quiere llevar a su terreno… 8)
Lo primero que intentará hacer Francisco con Carolina será conocerla, digo yo… Luego, si le gusta, intentará hacer lo que le dejen… 😀 Pero eso es mucho adelantar… En especial cuando conozcamos a… (me callo, que eso es mucho adelantar 😛 )
Saludos.
Una historia real como la vida misma. Me ha gustado mucho. Un saludo.
Bienvenida, Susana. Me alegro de que te haya gustado. Ya sabes, los jueves… más.
Saludos.
Humor y amor que bien que bien!!!..

¡¡¡y ademas con gente que parecen normales..jejeje..!!!.Francisco es como el vecino del quinto ¡¡que majo!! pero nunca pensé yo que los hombres de 42 se preocupasen tanto de sus entraditas. nosotras somos muy benévolas con esos pequeños detalles….y mira que contentín se puso con ese mail….ayyyy ya has despertado mi curiosidad ….y dices que Carolina es de su ciudad??..uyyyy eso suena geniaaaal…..estoy deseando saber cosas de ella…a ver que tal es…porque Francisco de primeras ya tiene todas mis simpatías…y la siguiente entrega pa´cuando?? ya me enganché osito..ejjejjejj
Bueno ahi va una ráfaga de besos con alitas….muakkkk
Los jueves. Sustituye al «Diario de mis miedos». Los jueves por la noche.
La preocupación por las entraditas de los hombres de 42 es directamente proporcional a la claridad de su calva. 😀 Yo sé que ha vosotras os importa bastante poco eso, pero Francisco, tras su separación, lleva mucho tiempo «desconectado».
Sí que has tardado poco en engancharte… Me alegro 😀
Saludos plantígrados.
Interesante Alan, este relato parece ser mas intimista, así que promete amor y humor lo cual se te da muy bien ;)… te sigo…
Un abrazo!
Haré lo que pueda… 🙄
Gracias por seguirme.
¡Saludos!
Muy bien! muy buen reto, y ya te comienza a salir entretenido…
¡Me alegro! Con entretener me conformo. 🙂
Saludos.
Empieza muy bien el relato! Con la llamada de la ex de Francisco, nos ha dado pistas. Bueno me parece. Francisco tiene que dar un portazo al pasado y lanzarse al futuro, aunque con una ex de este calibre, no sé, no sé…
Un abrazo,
A alguien se le podría pasar por la cabeza que, con una ex de ese calibre, el portazo tendría que darlo en las narices. Eso no puede ser. Sería políticamente incorrecto.
Paradójicamente, lo que es para toda la vida no es el matrimonio, sino el divorcio. Una ex lo es para siempre. Y, si es de este calibre, ya se encargará de recordártelo.
Tres saludos. 😀
Y qué le contestó a Carolina??? «….menos vida privada que un mejillón»…ajajjaa… Me he hecho fan de Alan Rulf…
Jueves por la noche en qué parte de este mundo? (consulto sólo por la diferencia horaria!) Saludos desde Baires
¡Bienvenida al ‘blog’!
Aún no sé qué le contestó. Bueno, tengo una ligera idea, pero hasta el próximo jueves no tendré tiempo de contároslo.
Me alegro de que te haya gustado, y espero que siga siendo así. Si quieres más, en el apartado «Acerca de…» del menú tienes una descripción de lo que hay.
Ésta historia (como la anterior) la publicaré los jueves hacia las 22:00 hora española, que, si no me equivoco, son las 18:00 hora argentina.
Saludos.
Gracias por la bienvenida! Al «acerca de tí» ya lo había visto…La curiosidad me guía por la vida… Y gracias por la «ubicación horaria» jejeje…Yo seguramente estaré leyendo y comentando mientras tu duermes. Saludos!
Y el caso es que estoy segura de que “Me pareces interesante, o al menos tus comentarios son curiosos…” es un mensaje literal que alguna de tus «seguidoras» te ha enviado. 🙂
Pues nada, si estás tan segura, no hay más que hablar… 😀
…y menos sin presencia de mi abogado… 😛
Hablando en serio, sabes que en todos mis escritos hay una mezcla de ficción y realidad, en un porcentaje variable según los casos. No me gusta decir qué es verdad y qué no, salvo cuando es evidente. Me parece mucho más interesante la posibilidad que la certeza.
Saludos, y gracias por tu comentario. Ha sido interesante.
Alan, otra historia más que me a encantado, has combinado humor , un poco de amor, un poco de intriga, un poco de …no sé, me encantó. Eso si que nos has dejado a las mujeres como la villana siempre espiando…bueno tenemos un sexto sentido y lo sabemos utilizar cuando nos conviene. A ese guapetón dile que está en su mejor época que no se preocupe de sus «entradas», a esa edad llegan a ser sexy, interesante el mensaje en su ordenador…encontrará el amor nuevamente, seguirá su ex espiándolo???…a esperar tu próximo post, mientras tanto te dejo mi abrazo, cariños.
No os he dejado a las mujeres así. Sólo a una. Además, ella no lo espiaba. Creo que sólo se lo encontró y pensó que él la espiaba a ella…
Tampoco dejos a los hombres como inseguros. Sólo a uno.
Me alegro de que te haya gustado. Hasta la semana que viene…
Me gusta como empieza esta historia, hay puntos divertidos.
Francisco me resulta simpático, cierro los ojos y lo imagino escuchando » la campanera» y la carita cuando le dice que tiene menos vida privada que un mejillón.
Saludos y feliz día.
Has adivinado que sus caritas son todo un poema. Es muy expresivo, y los niños se parten de risa con las expresiones de su cara.
Espero que Carolina también os guste.
Saludos.
Ya tenía ganitas de saber cómo empezaba tu nueva historia…y ésto promete 🙂
Para empezar, ya tenemos a la plasta de la ex.. Un hombre joven que insiste en traumatizarse a sus 42 tacos, (prometo no mirarme en el espejo de los ascensores cuando llegue a esa edad 🙂 ) y hijo en común con una edad difícil, y un mensje inesperado y desconocido de una mujer que de pronto ha despertado la curiosidad de Fran (vamos a ir cogiendo confianza jajaj) y que tal vez, haya hecho encender una brecha muy especial…¿Quién será esa tal Calorina? ¿qué interés tendrá en Francisco? ¿se encenderá alguna llama entre los dos? mmmmmmm………ainssssss osito qué intriga! me pica…me pica la curiosidad…
¡Quiero más! 🙂
Bueno, yo de momento…te dejo un besito…
Yo creo que lleva traumatizándose toda la vida. Hay personas a las que les impresionan todas las edades, tal vez porque sienten que no han aprovechado el tiempo, o porque les gustaría hacer muchas más cosas de las que hacen, o porque están demasiado pendientes de su físico y temen que empiece a estropearse, o… no sé.
¿Quién será Carolina? Tengo que decidirlo antes de esta noche a las 22:00… 🙂
Saludos.
Hola amigo, estoy totalmente de acuerdo con Carolina,tus comentarios ( si tú eres Francisco) son curiosos…denotan que tengo ante mí a una persona muy inteligente y sé por qué lo digo.
Leyendo este post me ha venido a la mente el resultado de una encuesta que hicieron hace unos dias,creo recordar que fue el martes. La pregunta era muy sencilla, a partir de los 40 ¿qué buscan, afectivamente hablando, las mujeres y los hombres?
Te resumo y no te sorprendas que es real. Las mujeres queremos sexo, buen sexo.Los hombres… mimos.
Eso le pasa a Francisco que está en la etapa mimosa jajaj
Besos