La mañana había pasado casi sin darme cuenta, presa de continuas distracciones que me habían impedido recuperar el vehículo accidentado. Mi estómago reclamó atención, y fui consciente de que tendría que comer, pues si tardaba un poco más sería ya demasiado tarde para hacerlo.
Elegí un lugar de tipo medio que me dio una gran satisfacción, pues mi plato favorito aparecía en el menú del día. Disfruté de los garbanzos con callos mientras pensaba en esa gran aportación anónima que nos han hecho tantos y tantos desconocidos dejando su huella en la gastronomía popular. ¿Quién hizo por primera vez morteruelo? ¿Y salmorejo? ¿Y pulpo a la gallega? ¿Y unos calçots?
Llegó el momento de abonar la cuenta, y eché la mano al bolsillo para sacar la cartera, pero salió acompañada de una hoja de papel que no reconocí. Pagué, por supuesto, mientras me preguntaba cómo habría llegado esa nota allí. Sólo había una forma de satisfacer mi curiosidad, de modo que comencé a leer.
Estimado señor:
Disculpe mi atrevimiento al dirigirme a usted de esta forma, pero la he considerado la más adecuada.
He visto que en su ‘blog’ cuenta historias, y salen muchos personajes curiosos, anónimos, e interesantes. Yo estoy cansado de ver por todas partes a los mismos, a los famosos de turno.
Si son populares por sus propios méritos, soy el primero en reconocer el valor de lo que hacen. Pero, sin entrar a valorar si merecen tanta atención de los medios, me gustaría resaltar el mérito de las personas normales, como yo, como millones de otros: Estoy hablando de casi toda la población mundial.
Gracias a su esfuerzo funciona la economía, gracias a sus malabarismos para llegar a fin de mes, a sus madrugones para ir a trabajar, a su simpatía (porque, aunque a veces no lo parezca, la gente es, en general, simpática). Son ellos los que acaban con las crisis, y sin ellos no habría absolutamente nada.
Pero nadie nos ve. Saben que estamos ahí, a veces nos usan, nos manipulan para que consumamos sus productos, para que les votemos en las elecciones. Se justifican con nosotros. Sólo quieren llenar sus cuentas corrientes, blindar su futuro a nuestra costa. Pero no nos ven.
No pretendo cambiar eso, dudo que alguien pueda. Me contento con hacerles (hacernos) un pequeño homenaje. Ésta es la única forma que se me ha ocurrido. Carezco de ‘blog’ propio, creo que nadie me leería. Sería un ‘blog’ invisible. Por eso oso pedirle que incluya esta nota en el suyo, que sigo desde el principio. Si no lo estima conveniente, lo entenderé.
De cualquier forma, le quedo muy agradecido.
Me avergüenza reconocer que yo tampoco lo vi; no sé quién, ni cuándo, ni cómo pudo introducir ese papel en el bolsillo, junto a mi cartera. Pero he decidido acceder a su petición. Me parece justa, ¿no?
Al salir del restaurante noté una pintada realizada sobre la pared: «Mujer transparente busca hombre invisible para hacer lo nunca visto». Al entrar no me había fijado. Hace falta una predisposición especial para ver las cosas invisibles.
Me encanta tu última frase: ¿sabes qué me ha recordado? A una frase del libro El Principito que me gusta mucho: «Lo esencial es invisible a los ojos»
Besos y feliz lunes
Es que hay que mirar con el corazón. Los ojos a veces despistan.
Saludos.
Los invisibles mueven el mundo.
🙂
Mucho más de lo que parece, no te quepa duda.
Sólo falta que nos lo creamos.
Saludos.
¡¡Me gusta la magia que desprende lo invisible!!
Saludos,
La magia es siempre maravillosa. ¿Sabes lo que pasa? Que muchos piensan que no es magia, que son trucos. Pero no hay trucos, no existen los trucos. Sólo existe la magia.
Saludos, amiga.
Tres hurras por ese testimonio del hombre invisible. Nos hacemos eco de sus palabras y estamos con él de acuerdo, aunque pienso que todos somos invisibles para el poder y solo nos hacemos visibles cuando nos necesitan para conseguir algo.
Muy bueno tu canto a la gastronomía popular y estupendas tus últimas palabras.
Un abrazo
Es que por algo es popular la gastronomía popular, ¿no?
Después de lo que te he leído antes, no sabes lo que me alegro de seguir leyéndote por aquí.
Saludos.
Hola, Alan. Cada día me sorprendes más con tus relatos; y como tu bien dices…todo es magia y como dice winnieo, «Lo esencial es invisible a los ojos»,, y es verdad y
dificil creer en esta frase, en los tiempos que vivimos! en este mundo tan materialista. ojala pudieramos comprender la fuerza de estas palabras.
Un aplauso por tu blog.
Saludos y feliz semana
Me alegro de sorprenderte, porque cada vez es más difícil. Pero bueno, en ello estamos. Y hay cosas, como las de hoy, en las que creo firmemente.
Gracias por tu aplauso. Intento poner mi granito de arena.
Saludos.
Hola, de nuevo. Te respondo a tu comentario de mi blog.
No niego y nunca negare que hayan tambien hombres maltratados.¿Porque callan? los hombres callan y callarán porque ni siquiera se atreven a aceptar que existe esta realidad, y el machismo tambien les hacen callar. ¡BASTA DE MALTRATO, TANTO A HOMBRES COMO A MUJERES!
Hasta luego
¿Que por qué callan? Si entiendes por qué calla la mujer maltratada, añade a eso las burlas de los hombres respecto a un hombre dominado por su mujer. El que haya menos casos tampoco ayuda.
Saludos.
LOS INVISIBLES EN REALIDAD NO LO SON . LO QUE PASA ES QUE PASAN DESAPERCIBIDOS PARA LOS DEMÁS, Y RESULTA QUE SIN ELLOS, NO FUNCIONARÍA NADA, PERO COMO NO SE VEN NI SE NOTAN PARECE QUE NO HACEN NADA, PERO LO HACEN.
SALUDOS
(GRACIAS POR TU COMENTARIO, )
ANA
Es una metáfora, pero tiene mucho de cierto. Si pasan desapercibidos, no se ven, y si no se ven, son invisibles.
Somos tantos…
Saludos.
Testimonio real de un hombre
Faraona no se ve el vídeo que pena niña
Para verlo es necesario entrar en Youtube.
Éste es un caso triste, con condena de por medio. Sé que hay casos peores, con agresiones físicas, con vergüenza…
Y los (normalmente las) profesionales que asesoran a las mujeres para que presenten falsas denuncias a sabiendas, convencidas de que el hombre siempre es el malo, y de que hay una lucha entre hombres y mujeres, … Bueno, las palabras que tengo para esas personas no se pueden publicar en un ‘blog’ para todos los públicos, así que me voy a calmar y paso al siguiente comentario.
Saludos.
LLevas mucha razón Alan, esto no tiene nombre, en fin esperemos que todo cambie para mejor feliz noche de la humanida, que no de la mujer
Lo esencial es invisible a los ojos, (el principito)
que bonito libro.
Bueno Alan, que imaginación tienes chiquillo, ajajajajaaa hoy si me has dejado alucinada,
con tu texto ajajajaja menos mal que yo soy invisible también y no sabes cuanto , pero yo no te dejé la nota que conste.
Eres una persona especial y lo de muetras en cada uno de tus escritos.
Un abrazo
Muchos somos invisibles, y gracias a eso hemos desarrollado la capacidad de vernos entre nosotros. A ti te ve mucha gente.
Saludos.
No creas Alan, que me ve mucha gente, soy muy invisible para algunas personas, es una pena pero es la verdad
hasta maña guapetón
Eres visible para las personas que te importan. Las demás… importan menos, ¿no?
Saludos.
Aunque no lo hayas visto, has expuesto su petición, que es lo que realmente importa 🙂
Hay quién nos llama “invisibles”, yo me siento como una marioneta cuyos hilos son dirigidos al antojo de los políticos…
Es el segundo post consecutivo que leo, con alusión a quienes nos manejan, debemos de estar todos hasta el moño.
Un abrazote.
No me gustan los textos reivindicativos, ni hablar de política. No me siento como una marioneta.
Pero estamos todos hasta el moño.
La última chorrada: bajar la velocidad a 110 km/h. Ya está, con eso se acabó la crisis. Con eso recuperaran su empleo los casi 5 millones de parados. Con eso llegaremos a fin de mes. Con eso tendrán derechos los millones de autónomos que no se han apuntado al paro porque no les sirve de nada. Con eso dejaremos de hablar de la ley anti-tabaco y de la ley Sinde, otras dos chorradas sacadas para que no hablemos de otras cosas que de verdad importan.
Con esa reducción de la velocidad no va a pasar absolutamente nada. Incluso aunque lo cumpla todo el mundo. Un ligero ahorro, ridículo.
No soy radical, ni en política ni en nada, y soy partidario de la alternancia en el poder. Que estén mucho tiempo los mismos (sean quienes sean) es… peligroso.
Menos mal que las personas invisibles tienen ojos invisibles en sus caras invisibles, pueden pensar pensamientos invisibles con su cerebro invisible. Y sus votos son visibles.
Mientras la prioridad sea agotar la legislatura a toda costa, los invisibles importaremos un pito.
Pero ésta no era (sólo) una entrada política.
Saludos.
Muy original ( en tu línea) que el papel de «El Hombre Invisible» se lo otorgues a los «Hombre y Mujeres Invisibles» que poblamos este país… Y lo digo desde mi lunes festivo que, por suerte, no es un «lunes al sol»… Pero debo decirte que este post me ha «llegado» porque estoy en el grupo de los «pequeños empresarios» que , sinceramente, son los más invisibles de todos… Se habla de los trabajadores, de las grandes empresas…pero ese núcleo mayoritario de proyectos empresariales más modestos, esos son los que NO están en ninguna parte. No visibles… Y hay asfixia…Y estamos solos…No hay medidas de fomento de empleo pero sí subvenciones para cambiar los neumáticos viejos…
Esta es mi parte «quejica» del comentario.
Me ha parecido una «alanrulfada» genial escoger a los Invisibles (nosotros, todos) como unidad: como «El Hombre Invisible Total». Y la pintada… Buenísima.
Para acabar y dar visibilidad a un «invisible» de la gastronomía popular catalana: dicen que el creador de los calçots fue un payés de nombre Xat de Benaiges ( S. XIX, Valls, Tarragona) que quemó , sin querer, unos brotes de cebolla y después para aprovecharlos , los peló y descubrió que la cebolla estaba tierna y jugosa…Calçots, un buen alimento para osos blancos…
Un saludo desde mi lunes-domingo.
N.B : Ya he contactado con «El Circo «. Allí nos veremos…
Sí hay asfixia, sí. Y estamos solos.
Nuevo término, «alanrulfada». Tomo nota. 🙂
¡¡¡ Canonización YA para Xat de Benaiges !!! Recogida de firmas en este ‘blog’.
Me alegro de que al fin te hayas animado. Iremos al ritmo que podamos, y veremos qué sale, pero seguro que lo pasamos bien.
Saludos.
Alan, siento no se vea el video aqui; si cuando lo puse aqui, se veia.
Bueno, tu ya sabes lo que hay.
Algunos hombres callan porque les dan verguenza decir que sus mujeres les pegan y otros viven bajo la amenaza de sus mujeres., y asi viven algunas mujeres, y no se debe vivir de ese modo….ni el uno, y ni la otra.
Si algunos jueces pensaran con la cabeza antes que los pies, mas de un gallo cantaria.
Vale, Alan, me vas a echaaaar, jeje, ainasss, me voy yo solita.
Buenas tardes, amigo
No pasa nada, el vídeo se ve en Youtube.
Y no te voy a echar, ni hace falta que te vayas. ¡Cuántos querrían tener una faraona entre sus comentaristas!
Buenas tardes.
Una Faraona con una par de ovarios si señor, ajajajaa cuantos quisieran ajajaaa
¡Qué maravilla de relato! Es sorprendente, como todos los tuyos y, al tiempo, esa carta del hombre invisible, que, en realidad, somos todos, resulta entrañable.
P.D.: Dicen los que me conocen que soy muy transparente, pero eso de hacer lo nunca visto, y encima con un hombre invisible, me da no-sé-qué. Por cierto, nunca he probado los garbanzos con callos, sólo por separado.
Pues si te gustan por separado, juntos son… mejor no te cuento el final; prefiero que lo veas tú misma.
No sé si fuiste tú la que puso la nota, pero estoy convencido de que no hiciste la pintada. No es tu estilo. 🙂
Saludos.
Pues mira….según leía pensaba cuantas personas están a nuestro alrededor y……ciertamente son un poco invisibles, si me apuras te diré que yo me he sentido muchas veces así, tal vez porque mi naturaleza es observadora y eso siempre condiciona a un segundo plano ….en la distancia…
Cuando no se ve lo que se está mirando…cuando eso sucede lo mejor es….mirar con los ojos cerrados y dejar que entren las sensaciones….entonces se ve todo claro…
Una manera especial de contarnos esta historia…de hombres, mujeres invisibles pero que son importantes….yo diría que imprescindibles para que el día a día tenga sentido….
Oye me pusiste los dientes largos cuando leí salmorejo…mmmmmm ahora ya no se me va de la cabeza ajjajjajj
Besitos con alas para ti…..muakkkkkk
No lo dudes, los invisibles son los únicos imprescindibles.
Así que salmorejo, ¿eh? 🙂
Saludos con alas para ti.
No hay más ciego que el que no quiere ver. 🙂
A mi me encanta «El Principito», es uno de mis libros favoritos.
Me ha gustado tu texto/homenaje a los invisibles. 🙂
El Principito, bajo su aparente sencillez, incluso infantilidad, esconde una gran sensibilidad para mostrar lo invisible.
Me alegro de que te haya gustado.
Saludos.
Una estupenda idea darnos voz a todos los hombres y mujeres invisibles de la tierra. Mi pregunta es esta: cuando nos rebelemos que pasará? Quizá se crea una gran corriente de aire que haga tambalearse los castillos de naipes donde se esconden los famosos, poderosos, etc…
No tengo respuesta a tu pregunta, y ni siquiera sé si alguna vez sucederá (tiendo a pensar que no). Me conformo con que tomemos conciencia de lo que somos. Pero es posible que sí, que se cree esa gran corriente de aire.
El tiempo lo dirá.
Saludos.
Si, hace falta una predisposicion y una sensiblidad especial para ver lo maravilloso de lo cotidiano, o sea de lo invisible, y tu lo has visto con este relato… saludos
Y estoy encantado de haberlo compartido con vosotros.
Saludos.
Ya, el anónimo nos conduce a una paradoja, cierto que la gran mayoría silenciosa es la que saca el país adelante, pero también es la que se pone delante de la tv. para ver esos programas, y de alguna forma apoyarlos, la tv. es un negocio, si no hay público, el programa desaparece ipso facto.
Saludos.
Es el poder de la manipulación de masas: política, espectáculos, consumo… Para lo que tú dices hace falta educación (no me refiero a buenos modales, que también vienen bien, sino a cultura), y conciencia de lo que somos.
Saludos.
Muy relayo , todos somo sinvisibles ….y eso de llegar a fin de mes , la situación economica , el paro todo es invisible, la manipulación es muy grande …como deices van despistando ahora la ley 11o k , luego otra y mientras los invisibles se fijan en todo esto , los problemas crecen y no se ven …sin lugar a dudas muy buena la nota del invisible !!
Encantada de leerte y de tú imaginación ….abrazos !!
Son temas de demasiada actualidad, que nos tocan muy de cerca a todos, y por eso estamos muy sensibilizados. ¡Ojalá no fuera así!
Encantado de que me leas y de que lo disfrutes.
Saludos (abrazos si lo prefieres).
Al leer tu texto sobre el Hombre Invisible, el recuerdo de una película , Memoirs of an Invisible Man (1992), ha fagocitado cualquier aportación a la altura de tu historia. El cine y la literatura me tienen robado el corazón a parte iguales y a veces pasan estas cosas.
¡Saludos!
P.D. Y no, no es un a película que recomendaría.
Ha habido bastantes versiones de la original, unas con mayor acierto que otras. Me extrañaba que tardara tanto en salir en los comentarios el cine, pues este mito ha sido fundamentalmente cinematográfico.
Saludos.
El hombre invisible te ha dejado una nota que toca el corazón… Y aunque invisible como el mismo te dice, es quien lee, mira, consume…
Una reflexión que se me ocurre es que sin el público, sin los hombres «invisibles», para quién sería el arte?, la poesía? y todo aquello que se crea en el mundo…?
En cierta manera somos protagonistas y a la vez invisibles.
Un abrazo.
Tienes razón, sin los invisibles no habría nada, ni arte siquiera. Porque el arte, no lo olvidemos, no es de los críticos, ni de los historiadores, el arte es del público, de las personas normales. De los invisibles.
Saludos.
Una nota entrañable de uno de los imprescindibles invisibles que representa a tantos otros. “Publicarla” no es sólo una pequeño homenaje sino una manera de cambiar algunas cosas por el simple hecho de hacernos reflexionar y estar intercambiando opiniones sobre el tema.
En el plano político creo que deberíamos hacer algo, pequeñas cosas, pequeños detalles cotidianos para eliminar esa invisibilidad que muchas veces es permitida (y eso depende más de nosotros que de los visibles que se empeñan en ocultarnos y que lo sigamos siendo).
Por otra parte, no creo que sea una cuestión de alternancia, sino quizá, visto lo visto, de alternativa.
Saludos.
Estaría encantado con una alternativa que rompiera el bipartidismo, si bien dudo de su viabilidad. No soy experto en política internacional, pero con los datos de que dispongo, creo que eso no existe en ningún país «occidental». Hay intereses demasiado poderosos que lo impiden. Y eso que, entre los partidos minoritarios, hay algunas opciones bastante más interesantes que las dos mayoritarias. Pero, al final, siempre acaba venciendo el (¿mal?) llamado «voto útil».
Saludos.
Vuela y vuelve a buscar a esta mujer invisible que seguro hara tus sueños realidad. Que relato tan original. Me encantó. recuerdos a tu hombre invisible por si las moscas.
También tu comentario ha sido especial. Mis sueños, por ahora, están más unidos a las letras que a una mujer, visible o no. Aunque nunca se sabe, los sueños son imprevisibles e incontrolables, como las mujeres.
Si consigo encontrar a quien dejó la nota, le transmitiré tus recuerdos (¿no tendrás algún dato suyo que desconozca, verdad?)
Saludos.
Creo que tus historias son amenas y entrañables en su mayoría, transmiten una especie de diplomacia desenfadada. Apetece siempre leerte.
Son historias de personas normales que en realidad son especiales, como lo somos todos. Es un placer idear argumentos y escribirlos sabiendo que los veréis con buenos ojos.
Saludos.
He venido a devolverte la visita y me ha encantado leerte.
Saludos de Una Invisible
No tengo mucho tiempo para visitar nuevos ‘blogs’, pero lo intento cuando puedo. Siempre es enriquecedor. Cuando alguno me llama la atención procuro dejar mi huella plantígrada en forma de comentario o de un simple «like».
Me alegro de que te haya gustado mi «casita». Vuelve cuando quieras.
Saludos.
Muy buenos relatos, ¡espero la siguiente publicación!
Bienvenida al ‘blog’. Encontré el tuyo y me detuve un momento en él. Lo iré leyendo con más tiempo.
La siguiente, por si no lo sabes, el lunes. Salvo sorpresas.
Saludos.
¡Buenas tardes señor Oso! De la invisibilidad podríamos decir tantas cosas, y de todo me gusta más la idea de pertenecer al grupo de los malabaristas. Hay que reconocer que dentro de ese mundo invisible también existen los heroes, aquellos que una sonrisa o una palabra nos salvan el día sin saberlo, quiza la maestra en un aula de clases, una secretaría, un cientifico, un ama de casa, un escritor escribiendo su blog semanal etc., todos ellos que con el simple hecho de cumplir su proposito en la vida se hacen heroes, reconocidos solo por los que son concientes de ese mundo invisible.
Nota: Gracias por aclarar mi duda, por fin llegue con Vir. Saludos
Mal empezamos. He pasado de ser Osito a señor Oso. Espero que lo digas «desde el cariño». 🙂
Buena aportación los héroes invisibles. Tomo nota.
Saludos.
Desde el cariño osito bonito 🙂 ¿Mejor? besos, nos vemos en el circo.
Mucho mejor, aunque mi preferido sigue siendo simplemente «Osito».
Como se enteren tus amigos de que has quedado con un oso en el circo, van a pensar que necesitas ayuda. 🙂
Saludos, nos vemos.
Ainsss Alan no sabes cuanto disfruto leyéndote,no solo me sorprendes sino que además tus historias me dejan siempre una enseñanza.
¿Sabes?Creo que los invisible solo lo es cuando queremos no ver,cuando nos faltan las fuerzas o las ganas para luchar por lo que es justo,cuando pecamos de conformistas,cuando nos matan las ilusiones y preferimos quedarnos de brazos cruzados porque así es más sencillo….
En fin mi niño,que la humanidad entera sufre ceguera muy amenudo y no hay oculista que pueda curarnos.
Besotes de fin de semana.
Y tú no sabes cuánto me alegro de volver a verte por aquí. Estuve en tu casita, pero tenías las persianas bajadas.
Como bien dices, la ceguera selectiva es la clave de la invisibilidad. Y cuando es consciente y permitida, es mucho más grave.
Saludos y buen ‘finde’.
Gran relato, como siempre. Me he sentido absolutamente identificado, a veces siento una tremenda impotencia ante las grandes injusticias de la vida.
Salu4
Por lo que cuentas, tú eres uno de los candidatos a protagonizar el capítulo de mañana. Ten cuidado.
Saludos, Pericles.
Hola Alan, te cuento que ayer, justamente, pensaba en eso, en las pequeñas o grandes cosas geniales que hace la mayoría de las persona y que nadie se entera, hoy por ejemplo, una de mis hermanas se jubiló, ella es médico y ha ayudado a mucha gente, me parece que personas como ella, merecen gran respeto y admiración.
Por otra parte, me gustaría decirte que me gusta mucho como haces tus narraciones, ojalá yo pueda hacer cosas así, me esforzaré para ser buena 😀 Saludos.
Entonces tú eres de las que ya saben ver lo invisible. Es justo valorar ese tipo de méritos, por mucho que a ellos les parezca algo «normal».
Me alegro de que te guste mi manera de contar las cosas. Tú tienes tu estilo, y no está nada mal. Yo también me esfuerzo, no creas que las cosas salen sin pensar. 🙂
Saludos desde el otro lado del mar.
Eso es muy cierto. Predisposición para ver lo invisible
En efecto. Aunque parezca absurdo, lo contrario es injusto.
Saludos.
Hola Alan, poco a poco voy leyendo tus historias y creo que me vas a tener que enviar tus obras completas, porque me estoy enganchando y eso sólo me ha ocurrido con Cortázar y pocos más. 🙂 Es una pena que los invisibles no seamos capaces de verlo todo desde nuestra propia invisibilidad, porque si viéramos, comprendiéramos y actuáramos, igual dejábamos de ser tan invisibles. Y tú, Alan, que vienes aquí vestido de letras, ¿cómo se te puede reconocer cuando andas por la calle? No vaya a ser que me cruce contigo y no nos veamos, por invisibles. 🙂
No me compares con los grandes, que me pongo rojo (invisible, pero rojo). Gracias.
Vale, si me dices dónde enviarlas, dejaré previsto en mi testamento que te envíen mis obras completas cuando estén definitivamente completas.
Si tú eres invisible, por muchos datos míos que te dé no nos vamos a ver. De todas formas, te daré algunas pistas: los días de diario me visto de números, y algunos fines de semana, de artes. Pero tendrás que estar muy atenta para reconocerme.
Saludos.