Hoy he sufrido un accidente con mi coche.
Se ha tratado en realidad de algo intrascendente, trivial, meramente anecdótico más allá de una simple molestia y del inoportuno dispendio económico que me supondrá. Lo cito aquí porque, por alguna extraña razón, presiento que señala un antes y un después de algo aún no muy definido. Es como si marcara el comienzo de quién sabe qué. Lo sabremos en el futuro, pero para ello antes deberé contarles lo que me sucedió tras ese incidente automovilístico.
Después de subir por el terraplén por el que me había precipitado pude comprobar que desde la carretera no se veía mi coche. Miré hacia ambos lados buscando algún vehículo que se aproximara, pero todo parecía desierto. Comencé a caminar.
Pasado un buen rato divisé un coche, e hice señales para que se detuviera. No me hizo caso. Continué caminando.
Me dolían los pies, y seguía sin encontrarme con nadie. Estaba descansando cuando apareció un descapotable que, milagrosamente, se detuvo. Viajaban dentro dos chicos que parecían ir bastante contentos. Acaso demasiado. Les dije lo que me había ocurrido, pero me dio la sensación de que el volumen de la música no les permitió entenderme.
Sea como fuere, subí al asiento trasero, y comenzamos a circular en dirección a mi coche. Me miré en el espejo retrovisor: estaba pálido y ojeroso. Por suerte para mis oídos, quitaron la música y se pusieron a hablar.
– Hazme caso. A las chicas hay que impresionarlas. Es una cuestión evolutiva: quieren al más fuerte, al más listo, al que más dinero gana.
Humildemente disentí.
– Por experiencia, a las chicas les gustan más los hombres sensibles. Cuando dos se pelean por una chica, ésta suele quedarse con el que pierde. ¡Si lo sabré yo!
Me miraron como a un bicho raro. Noté que ya estábamos cerca de mi coche, y les advertí.
– Tened cuidado con esa curva. Por ahí me salí de la carretera.
Yo no me di cuenta, pero los chicos empezaban a estar asustados. Frenaron el coche, y yo bajé de un salto, sin abrir la puerta, como siempre había querido hacer en un descapotable. Pensé que no era fácil que tuviera otra oportunidad de hacerlo. Si me permiten un consejo, no lo intenten. Me retorcí el tobillo al apoyarlo en el suelo, y caí cuan largo era.
Desde el suelo miré al conductor, que me buscaba con la vista por el espejo retrovisor. Al no encontrarme, se lo dijo a su acompañante.
– ¡Ha desaparecido!
El otro se dio la vuelta, nervioso, buscándome por todas partes, pero desde donde él estaba no me podía ver. Gritando los dos, pisaron el acelerador y se alejaron lo más rápido que pudieron. Por supuesto, no oyeron nada de lo que les grité.
Luego, pensando sobre lo ocurrido, deduje que cometí un error. No debí darles mi consejo sobre las chicas. Seguro que pensaron que era un fantasma.
Como chica puedo darte la razón, los hombres sensibles atraen más. Comprendo que te hayan mirado como a un bicho raro, en todo caso, porque eso es exactamente lo que son. Creo que yo solo he conocido a uno.
Espero que tu tobillo esté mejor.
Saludos.
Gracias por tu comentario, y por preocuparte por mi tobillo (todo lo que relato aquí es ficción, así que mis dos tobillos están bien).
Mi intención es escribir un capítulo a la semana, relacionado cada vez con un mito o leyenda urbana distinto, con un toque de humor. Me daré por satisfecho con que alguien sonría, aunque es posible que nunca llegue a enterarme.
Saludos.
¡De nada! Perdón, me di cuenta después de leer el «Acerca de…» de mi desliz y mezcla de realidad-ficción. Creo que habla sobre lo creíble del relato y/o de lo distraída que puede ser la gente, je. Estoy acostumbrada a leer blogs personales, el tuyo se sale de lo común y lo seguiré con gusto, admiro tu capacidad de inventar y redactar bien relatos así.
Saludos.
Siempre me ha gustado la literatura fantástica, pero pienso que algo mágico sólo puede sorprender en un mundo no mágico. Si todo es sobrenatural, nada tiene sentido. Creo que el escritor de fantasía debe centrar sus esfuerzos en convencer de que su fantasía podría ser real. Eso me lleva a centrar mis esfuerzos (y no sólo literarios) en integrar la ficción con la realidad.
Hay varias formas de hacerlo: la sensación final puede quedar del lado real, o del imaginado, o bien habitar en la frontera de ambos mundos. Depende de lo que se pretenda conseguir. Aunque me guste más la tercera, en este caso he optado por la primera, porque me permite incluir el toque humorístico, algo más difícil en las otras dos opciones.
Que este ‘blog’ guste a personas que no conozco de nada, hasta el extremo de decírmelo, es una inyección de moral. Gracias.
Seguro que lo pensaron. Y no porque les avisaras sobre la curva y desaparecieras, sino porque pensaron que un hombre con tu edad, que iba a saber de ligar con una chica… Seguro, seguro que todavía están pensando en tí.
Saludos
Ana
Gracias por visitarme y por comentar.
Me ha llamado la atención eso de «un hombre con tu edad». Imagino que, al referirme a ellos como «unos chicos» y hablar de «experiencia», has asumido que yo era mayor que ellos, aunque en ningún momento era mi intención. Prefería que fuera una edad incierta, entre otras cosas para que fuera más fácil que el lector se identificara con el protagonista.
De todas formas, has acertado. Soy mayor que esos «chicos», y creo que siempre lo he sido (pero, por favor, no me pongas canas, que soy joven de cuerpo y de espíritu).
Tus palabras han hecho su efecto. Con este relato me has regalado una sonrisa. Gracias. Seguiré leyendo.
Si, me sonreí.
Te suplico que no digas si es verdad o no. Porque todo es verdad, digo yo. O en todo caso, si la verdad puede elegirse, prefiero el tobillo lastimado, si no es mucho atrevimiento.
Gracias
Gracias por la visita y el comentario. Lo de la verdad y la mentira es muy relativo. Digamos, si prefieres, que ya no me molesta el tobillo.
Saludos.
me gusta mucho lo que escribes ,tienes imaginacion y talento.no cambies.
Me alegro de que te haya gustado. Si quieres venir, cada lunes habrá un nuevo capítulo, y dos regalos sorpresa estas navidades.
Hasta pronto.
Este relato si me ha gustado 😉
Las mujeres siempre se van, al menos una vez en su vida, con el chico malo, el problemático, el drogadicto, el perseguido … No estoy tan seguro de que se queden con el sensible.
Me alegro. 😉
Se van con el malo, pero se quedan con el sensible. Todo depende de si hablamos a corto, medio o largo plazo.
Si, en eso tienes razón. Pero con el que
xxxxxxcomo si no hubiera un mañana es con el malo 😉Ese es otro mito que tendré que revisar, en la sección de adultos de este ‘blog’…
jajajajja…GE-NIAL!!! He comenzado a leer esta serie, la sumo a la de los jueves! Besosssss
Esta serie es más anárquica; la continuidad es sólo una excusa para poner lo que me apetece bajo un contexto. Como leíste el «Acerca de», ya sabes que encontrarás casi de todo, y siempre sin avisar.
Acabas de leer la primera entrada del ‘blog’. Con ésta empezó todo.
Espero que lo disfrutes.
Aqui empezó todo osii?? subiendo a un descapotable con dos chavalitos desconocidos , con una avería en el coche y terminando con el tobillo retorcido jejjeje…promete ser desventurada la cosa…e imaginativa…pero juego con ventaja..se que todo se puede dar la media vuelta en cualquier momento en tus manos….
Lo de las chicas debo de darte la razón…los perdedores tienen ese aire de….nostálgicos o de yoquesequé que por lo menos a mi me ponen tontina….que se le va hacer….
Bueno voy a ver si me pongo poco a poco al día que tengo tarea jajajjjaj….muakkkk.
En efecto, aquí empezó todo. Fue la primera entrada del ‘blog’, puedes ver la fecha: Hace casi un año.
Por aquel entonces «sólo» escribía los lunes, y no tenía ni idea de cuántos mitos sería capaz de revisar. Hice una lista pero no todos ellos podían encajarse en mi esquema.
Si pretendes ponerte al día, sí tienes tarea, aunque no recuerdo cuándo llegaste.
Saludos.
¡Ay va, y yo que pensaba estar aquí desde el principio!
Me ha gustado mucho poder leerlo, Alan, has puesto el enlace en el mejor de los momentos, eh pillín!! Todo vuelve a su inicio 😛
¡Pero si tienes a la derecha un índice con todo!
Entiendo que ponerse a leer desde el principio requiere tanto tiempo, que no es fácil que lo hagáis. Cuando puse el enlace no me di cuenta de que facilitaba la comprensión de la historia, pero tienes razón, era imprescindible ponerlo.
Ahora, si te aburres, ya sabes lo que puedes leer. 😛
Saludos.
Creo que el chico más fuerte, más listo (o listillo mejor dicho),y el que más dinero gana… podría ATRAER a la chica. Pero el chico sensible, que apoya, escucha y tiene corazón noble, ese… es el que ENAMORA a la chica…
😀
Y no digamos nada si además tiene un blog, ¿no? 😆
Veo que te has animado a «empezar por el principio». Te agradezco tu interés.
Saludos.